El 25 de mayo es el Día Mundial de África o simplemente Día de África, con ambas denominaciones se reconoce desde 1964 por iniciativa de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Su antecedente data del 25 de mayo de 1958, decretado entonces Día de la Libertad Africana, cuando se iniciaba con fuerza el proceso de descolonización del llamado Continente Negro que recibiera un gran impulso en 1960, llamado “el año de África” cuando un número elevado de colonias en esa masa continental accediera a su soberanía, y el 25 de mayo de 1963 los nuevos estados independientes se agruparon en un mecanismo de concertación política que llamaron Organización para la Unidad Africana (OUA), actual Unión Africana (UA) integrada hoy por 55 estados nacionales.

 Escultura de Claudio José Domingo Brindis de Salas. Fotos: Cortesía del autor

Argelia fue el primer país africano en recibir ayuda solidaria internacionalista de la Revolución cubana. El hecho acaeció justamente en 1963, cuando recibiera ayuda militar con una brigada al mando del entonces comandante Efigenio Ameijeiras Delgado, para colaborar en la defensa de su integridad nacional y, a la vez, una brigada médica, la primera en la historia de la medicina internacionalista cubana; aunque ya en 1960 había tenido un antecedente con médicos de la Mayor de las Antillas que acudieron en auxilio del pueblo chileno.

Después de Argelia, Cuba no ha dejado abandonados nunca a los pueblos africanos.

Escrita con gloria está la misión militar del comandante Ernesto Che Guevara al frente en el Congo, la gran epopeya de la Operación Carlota en Angola (1975-1991), diecisiete años históricos que garantizaron la independencia de Angola, el cumplimiento de la Resolución 435 de 1978 de la ONU que le otorgó la independencia a Namibia y, como colofón, la destrucción de las bases que sustentaban al oprobioso régimen racista del apartheid en Sudáfrica y con ello, la plena igualdad de los pueblos del cono sur africano.

No menos significativa fue la ayuda a Etiopía tras ser invadida por el régimen somalí de Mohamed Siad Barre al servicio de las potencias imperialistas, así como otros ejemplos de ayuda militar.

 Juan Francisco Manzano, el poeta esclavo y postrer liberto.

En cuanto a la presencia de galenos cubanos a lo largo de seis décadas, esta abarca a la mayoría de los países al norte y al sur del desierto del Sahara, a la vez que centenares de miles de africanos de ambos sexos han estudiado o estudian carreras universitarias en los centros de estudios superiores del archipiélago cubano, principalmente la carrera de Medicina; mas muchos de ellos retornan a formarse como especialistas de posgrado en distintas especialidades médicas en primer y segundo grados, o se forman en sus países de origen bajo la tutela de profesores cubanos.

Presente en la memoria histórica de cubanos y africanos están las varias décadas en que la Isla de la Juventud recibiera a miles de estudiantes africanos de niveles medio básico y medio superior para formarse como secundarios y bachilleres.

Es que Cuba está presente en África, más de 300 mil cubanos fueron a combatir a suelo africano con las armas en la mano y cerca de 3 mil de ellos ofrendaron sus vidas y regresaron inertes a la Patria, como homenajeados de la Operación Tributo el 7 de diciembre de 1989.

Cuba salda su deuda con África, un continente que aportó 88 etnias y más de 2500 subetnias a la formación del pueblo y el etnos-nación cubanos.

 La exposición Paradigmas cubanos negros del siglo XIX, se asienta en el habanero barrio de Jesús María.

La africanía en lo cubano va mucho más allá de la religiosidad popular, la danza y la música, está también en la dieta y la culinaria, en el vestir, en palabras del español de Cuba, en hábitos, costumbres y tradiciones de diversos tipos. África está en el alma de la nación cubana, junto al legado de nuestros pueblos originarios nativo-americanos, la hispanidad, lo francés y lo asiático, de tantas patrias madres de la cubanía, las africanas son parte importante.

Y en este contexto reflexivo, el Centro Cultural Quintín Bandera, sede del Observatorio Social Color Cubano, acoge por estos días a la exposición personal de Pedro Miguel González Pulido Paradigmas cubanos negros del siglo XIX, esculturas a relieve en pequeño formato, de dos mujeres y cinco hombres trascendentes de la centuria decimonónica en el arte musical, la literatura, el arte operativo militar y el pensamiento y la acción político-social.

Encabezan la lista Mariana Grajales Cuello, la Madre de la Patria, y Carlota, la lucumí rebelde, ambas son paradigmas de la mujer en la historia de Cuba. Mariana, la parda criolla libre, de una familia de pequeños propietarios rurales, donó su “tribu heroica” de hijos a la causa de la independencia. Carlota, la africana de origen lucumí que junto Fermina, Juana y otras liderezas subordinó a muchos hombres en una sublevación, lo cual dice mucho de sus inteligencias y coraje demostrado en aquella sociedad patriarcal.

De los 17 negros y mulatos que recibieron grados de General en el Ejército Libertador Cubano, el autor escogió a dos: el mayor general Guillermón Moncada, gran estratega que estuvo en las tres guerras por la independencia, que dirigió el alzamiento del 24 de febrero de 1895 en la región de Santiago de Cuba y acompañó a Antonio Maceo en la Protesta de Baraguá; y al general de división Quintín Bandera Betancourt, también héroe de las tres guerras, más la rebelión de Francisco Agüero en 1851 y la Guerrita de Agosto de 1906, alevosamente traicionado y asesinado en ésta última. 

El artista Pedro Miguel González Pulido expone en el Centro Cultural Quintín Bandera, sede del Observatorio Social Color Cubano.

Completan la muestra el violinista Claudio José Domingo Brindis de Salas, “el rey de las octavas”, “el Paganini negro”, multipremiado por varias naciones, nacido y criado en el propio barrio de Jesús María, donde se halla el centro cultural sede de la exposición. Juan Francisco Manzano, el poeta esclavo y postrer liberto con su poética romántica y el precursor de las luchas abolicionistas e independentistas José Antonio Aponte y Ulabarra.

Pulido (La Habana, 23 de febrero de 1942) es profesor por más de 40 años de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro y lidera, en los barrios de Colón, Nuevo Vedado y La Dionisia, en la demarcación municipal de Plaza de la Revolución, el proyecto comunitario Cintio Vitier, de 30 años de existencia, Premio de Cultura Comunitaria.