Como parte del Coloquio
homenaje dedicado a Julio García Espinosa celebrado en la Casa del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, en
el contexto del evento fílmico que se está celebrando en La Habana, fue
presentado el volumen Vivir bajo la
lluvia, una compilación de Lola Calviño, vicedirectora de la Cinemateca de
Cuba y viuda del cineasta.
El libro, que aparece bajo el sello Ediciones ICAIC, contiene un grupo amplio de textos de y sobre Julio García Espinosa, una presentación de la propia Lola Calviño, y cuenta con un prólogo del cineasta Manuel Pérez.
Lola Calviño ofreció su agradecimiento a la editorial y en especial a la editora del volumen Miryorly García Prieto y dio lectura a unas breves palabras en las cuales explica que en el período de casi un año, cada tarde, Julio y ella leyeron y releyeron la mayoría de los documentos que componen este libro- memoria.
“La intención, dijo, era remover lo que habían sido las ideas de Julio, sus angustias, su pensamiento y la acción de toda su vida como artista, como revolucionario y como hombre. En momentos en que la tarea se hacía difícil, su permanente optimismo, su manera de encontrarle siempre el lado positivo a cada suceso, me dejaron la posibilidad de hoy presentar este libro”.
Comentó asimismo que Julio persiguió en su vida hacer cine para un destinatario distinto, lograr un espectador inteligente que pudiera reconocer sus ideas, sus pensamientos, sin dejar de disfrutar y crecerse ante cualquier obra artística.”Ser honesto, ser auténtico, y ser cubano por sobre todas las cosas”, afirmó, y añadió que el cineasta luchó por el derecho al error, por el derecho al riesgo, por una cultura popular nuestra, cubana.
“Les agradezco poder compartir hoy este pequeño homenaje a este hombre que amó a todos y cada uno de nosotros, que quiso un mundo donde para ser feliz no haya que ser egoísta; que amé y amaré siempre”, concluyó Lola.
La presentación recayó en la maestría del escritor y profesor Francisco López Sacha quien inició su intervención explicando que “Vivir bajo la lluvia es un compendio de análisis que va recorriendo toda la vida de García Espinosa desde sus orígenes en el arte hasta el momento en que se convierte en un gran cineasta y en un gran pensador de cine”.
López Sacha transitó entonces por algunos textos del volumen y destacó ideas fundamentales que en estos reflejan las características del pensamiento y la obra del cineasta.
Subrayó que el libro está diseñado bajo el principio del culto del origen agrícola del universo, “desde la semilla y el agua, hasta vivir bajo la lluvia arrojando el paraguas y hasta ver crecer definitivamente la planta; hasta ver crecer un cine, una cultura y un país en Revolución”.
Aseguró que este proceso está lleno de obstáculos que hay que vencer “solo la lucha de la semilla consigo misma y con su medio permitirá el nacimiento de una planta que tendrá nuevas semillas”.
A partir de aquí enumeró los obstáculos que Julio venció en su trayectoria; el primero la comprensión del cine, la destrucción de una vieja estética, “Julio no quería que el cine fuera Hollywood ni el Realismo Socialista ni el cine moralizante ni el cine perfecto”.
Más adelante recordó que el cine imperfecto, indiferente a técnicas, según García Espinosa, trata de cuestionarse la representación, de no entregar clichés, busca mostrar el proceso de los problemas, lo contrario de un cine que ilustra bellamente las ideas y conceptos que ya poseemos.
También citó al realizador cuando aseguraba “el cine imperfecto no es formulaico, tampoco es un género o un estilo ni es una política cultural sino más bien una nueva poética interesada en propulsar el cuestionamiento más que en proporcionar respuestas”.
El segundo obstáculo, pertinente para todas las épocas, dijo López Sacha, es la necesidad de hacer un cine crítico, que discuta la realidad, que sea un instrumento de ideas y que tome el riesgo de la crítica.
El tercer gran obstáculo que el libro examina apunta el presentador, aparece cuando estudia su documental de 1980 Son... o no son, que:
“Rompe el concepto de canon en el orden clásico, las dramaturgias aristotélica y brechtniana, rompe también la seducción, hace un musical desnudo y nos dice con justa franqueza que ni la fotografía es buena, ni la actuación es buena ni la textura es buena…, nada es bueno, lo que es bueno es el intento por poder lograr un nuevo sistema de comunicación sobre la base de la cultura popular”.
Concluyó su exposición López Sacha declarando: “García Espinosa se consagró como un gran cineasta siempre inconforme y siempre transformando el medio con el cual se estaba expresando” y dio lectura a un fragmento de las palabras expresadas por el realizador al recibir el título Doctor Honoris Causa en la Universidad Concordia, de Montreal, al referirse a que en el momento del surgimiento del cine solo pequeños diarios, reflejaron el suceso pero que sin embargo expresaron lo más importante que se haya dicho sobre el cine: “Ya ahora puede recogerse y reproducir la vida (…) cuando todos puedan fotografiar a los seres en su movimiento, en su acción, en sus gestos familiares, con la palabra a punto de salir de sus labios, la muerte dejará de ser absoluta”.
“Como ahora lo es para ti, Julio”, aseveró López Sacha.
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