¿Qué es la maternidad?, ¿una experiencia íntima?, ¿una institución social? ¿Un destino o una elección? ¿Qué sucede cuando ese cuerpo que la sociedad celebra como «creador de vida» se convierte en territorio de disputa política, intervención y violencia? Estas preguntas urgentes, infinitas en su profundidad, son el potente motor que impulsa La piel de la tierra, obra teatral de la dramaturga argentina Marina Jurberg, merecedora del prestigioso Premio de Casa de las Américas 2024.
Jurberg busca responder numerosas interrogaciones sobre la maternidad, y desde su rol de escritora resalta como artista comprometida con la vida en toda su dimensión política. Actriz, directora teatral y profesora formada en la carrera de Letras, posee además una notable obra poética y ensayística publicada en diversas antologías.
Esta polifonía creativa se plasma magistralmente en La piel de la tierra, donde su mirada escénica y su sensibilidad literaria tejen un cuestionamiento vital sobre el cuerpo femenino, así como urden su exploración mediante un lenguaje de extraordinaria carga poética. Esta poesía no es adorno, sino herramienta esencial que otorga agilidad, belleza y una conmovedora profundidad a las reflexiones que plantea. A través de la mirada lúcida y cuestionadora de sus cuatro personajes femeninos, la autora nos sumerge en un viaje por los laberintos de la experiencia materna universal.
Las historias se cuentan de forma fragmentada y fluida. Problematiza la maternidad como institución social, como eje fundamental de la sexualidad femenina, y como territorio donde se despliegan dinámicas de poder constantemente invisibilizadas. Mediante la ficción teatral, Jurberg examina con lupa las determinaciones sociales que pesan sobre el origen de la vida y expone, con valentía y sensibilidad, la violencia ginecobstétrica que permea esta experiencia.
El título es una clave poderosa para entender su esencia. Evoca la idea del cuerpo femenino como ese espacio de «diseño esencial» para la vida humana, mediante la comparación metafórica con la capa fértil y vital del planeta. Pero esta piel/territorio no es pasiva; sino un entramado complejo, un bosque, un tejido sensible que recibe, sufre, goza y resiste.
En ese sentido, la obra nos invita a pensar cómo esta «piel» es condicionada, intervenida y, en ocasiones, violentada, en sus momentos de extrema vulnerabilidad y transformación. ¿Quién define lo que ocurre en ese territorio? ¿Quién controla sus procesos? La maternidad, bajo esta mirada, se revela como un campo de batalla político, normativo y existencial.
Una obra que sin dudas merece la pena leer, avalada por el reconocimiento de la Casa de las Américas, pero cuyo mayor valor reside en abordar con crudeza y poesía un debates sociales urgentes sobre la autonomía del cuerpo femenino, la violencia obstétrica y la deconstrucción de los mandatos sobre la maternidad.
En esa disputa no ofrece respuestas fáciles, sino que plantea preguntas incisivas sobre las estructuras de poder que rodean el origen de la vida, así como brinda una mirada plural y diversa a través de sus cuatro personajes.
El libro puede adquirirse en la librería Rayuela de la institución, ubicada en 3ra y G, El Vedado.
La piel de la tierra, más que un texto teatral premiado, es una experiencia literaria necesaria. Un llamado a mirar con nuevos ojos esa «piel» que trae a todos a la vida, cuestionar las narrativas impuestas y reclamar la voz para las madres. Texto fundamental para comprender los hilos, no siempre luminosos, que tejen una de las experiencias humanas más fundantes.
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